NATIKA CABALLERO
Desde un peñizco en los sueños hasta la automutilación, todos hemos optado por un gesto de autolesión en algún momento de nuestras vidas para saber si lo que estamos pasando es real o no.
Vivimos en un mundo de fantasías, donde todo está fabricado para ser efímero, adormecer nuestras emociones, entrenarnos a no luchar. Comenzando por el noticiero de las mañanas, que más podríamos referirnos a él como un Ritual litúrgico de embobamiento. Con un tiempo de duración determinado, los mismos horarios anuncian las mismas historias, contadas por los mismos reportajes, introducidas y comentadas con las mismas palabras, poniendo en pantalla a los mismos personajes, ilustradas con las mismas imágenes. Se trata de un ciclo sin fin y sin fondo. Primero son los suicidios, luego los asesinatos al paso, los robos, los asaltos, las violaciones, temas políticos, algún escándalo internacional, chismes faranduleros, futbol y, al final, tips de cocina. La noticia está ahí únicamente para justificar el ritual, como la lectura de los Evangelios en la misa, sin ser nunca la razón central, el núcleo, que en realidad está siempre en otra parte, en la repetición constante de las consignas morales, políticas y económicas del momento. «Este es el Bien, este es el Mal», nos dice el presentador. Todo aparece mezclado, amor y odio, risas y llantos, y la omnipresencia de la fatalidad nos recuerda constantemente el predominio de la muerte sobre la vida.
¿Qué hacer cuando todo comienza a escaparse de nuestras manos, la vida comienza a parecerse cada vez más una película, el esfuerzo parece inútil y las emociones parecen un recuerdo lejano? Trastornos de personalidad, neurosis.
La autolesión se convierte en un recurso real. El dolor hace que regreses a la realidad, la mente se concentra en sentir un solo sentir y la cálida sangre te limpia de las impurezas del mundo exterior.
Cortarse, quemarse con cigarrillos, comer compulsivamente, morderse las uñas, golpearse, arrancarse los cabellos, quebrarse huesos, mutilarse partes del cuerpo. No importa la forma en que lo hagas, ni la intensidad con la que lo hagas, el fin es el mismo: a través del dolor volver a la realidad.
TV
2011
Video-performance
Recibiendo nuestro sermón diario.Todos los días, todo el día.
Libros
2013
Libros - objetos
Técnica mixta

El cuerpo como soporte, los objetos que dañan se convierten en cuerpo y las cicatrices son el registro de las experiencias sufridas.

El registro post autolesión es cubierto por vendas.

Son marcas que jamás desaparecerán, como las experiencias vividas.

El cuerpo como soporte, los objetos que dañan se convierten en cuerpo y las cicatrices son el registro de las experiencias sufridas.